Ayer, siguiendo con la tradición estival, fui a echarle de comer a OPA, el pececillo de Martina y Teo, que me lo tienen de encargo. La verdad es que estaba un poco preocupada desde el viernes no habíamos ido (no he estado muy fina este finde) y pensaba encontrármelo flotando. Pero no, el tío estaba tan tranquilo nadando en su pecera. "Al menos tendrá hambre" pensé, y cual fue mi sorpresa cuando le eché la comida y ni se immutó. Será un mutante que cuando nadie le ve sale de la pecera y atraca la nevera??. Sólo espero que haya resistido el rellenado de agua que le hice ayer. Que por qué? porque le eché a ojo la misma cantidad de agua que de potabilizador...
Pd: Por cierto ayer vimos Babel, buffff que sopor de película.
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